Aunque para un fotógrafo siempre hay motivos y motivaciones en cualquier paseo, hay días en que simplemente la naturaleza parece haberte estado esperando para darte un regalazo de luz y colores.
Hoy salí a caminar por los bancales y me había estado esperando banquete de Agret (Oxalis pes-caprae), me lo devoré con una «cámara con teléfono» Samsung, que me compré para probar que tal salen las fotos con marcas de smartphones diferentes a los de la manzana.
Espero poder transmitir, aunque sea una mínima esencia de lo que el campo de naranjos me regaló una mañana soleada de invierno.