Se puede decir que como en el Estado español no nos reconocieron el matrimonio civil realizado en el Consulado de Ecuador en Valencia el 21 de diciembre de 2012, ni tampoco es válida la inscripción del matrimonio realizada en Jordania, tuvimos que volver a casarnos 7 años después, dos hijas después, esta vez ante el Estado español.
Se puede decir que fue otro trámite, también se puede decir:
Infinitamente sí
La tarde después de Klaus,
un tren despega en la alfombra,
la rubia destruye el lego,
la primera no se deja,
perplejas ni por un rato,
toman cartas de inmediato,
se vuelve a prender el juego,
el abrazo y acogote,
amigotas juntas que crecen,
mientras los papás babean.
Padres deambulan exhaustos,
esperan la obscuridad,
que vendrá, pero a las ocho…
pareja de horas demás,
pa´l achuche y el reviente.
Comida, teta, cuento y hasta más tarde…
seguro ya llamarán,
que disfruten del descanso,
sueños de plegaria y magia,
ya las escucharemos, ya…
Descanso, cena y hogar,
placeres del día a día,
remembranzas de otra jornada
de cuidado de las crías,
de sentirnos sanos y vivos,
de creer que posible es todo,
que mañana será otro día,
y que después de llantos y gritos,
otra luz siempre esperará,
para que entendamos quizás,
la razón de una especie humana,
que sabiendo lo que sé,
conoce lo que es amar…
Por fin ha llegado la fecha,
arriba temprano todas,
desayuno sin treguas,
naranja, café y pan.
Las nenas con cierto resoplo,
aceptan baño matutino,
dos de una, pasa el champú,
que apenas se me descuiden,
haré cumplir el destino
y las dejaré arregladitas,
para la tercera boda oficial.
Rescatamos nuestros trajes,
prueba y plancha a última hora,
que no falten los nervios,
que no se pierdan los nervios,
que se calmen los nervios
¡que viva el matrimonio!
Te espero en el Ayuntamiento,
la jueza ya estará inquieta.
Chica ¡que ha llegado la hora!
Mejor voy ya caminando,
me llevo a la de los rizos,
y claro, llevo en la bolsa
el cava pa´ festejar.
Que quien pueda festeje,
si otro Estado lo requiere,
será la tercera oficial.
En fin,
ha llegado la hora
de sacar la alegría al sol,
de recordarnos a la par,
que este mundo es la ostia,
más si tienes la suerte
de poder complementar.
15 minutos tarde,
sí rápido que estas rompen la oficina,
sí recurrente,
sí diario,
sí quiero,
sí te beso,
sí la firma,
sí testigos,
sí el hogar,
sí el futuro,
sí esta vida,
sí sí sí…
Comilona, birra y café,
abrazos de la familia.
Risas, ilusión, buen rato,
pase nomás otra birra,
niñas montándola,
abuelos viendo reír,
hermanas jugando a ser niñas,
cuñados futbolizando.
Para el final una pregunta traspasa tiempo y espacio,
traspasa ficticias líneas,
traspasa universos y todo.
Una respuesta en monosílabo,
la contundencia simplificada.
Un sí infinito.
Pedro Camilo Monteros 