Lo veo imponente todos los días desde mi ventana. Es un gigante impasible preparado para resistir siempre, erguido, recto, verde, digno ante la inclemencia y los torrenciales, preparado para todo.
En muchos pueblos del interior de la provincia de Valencia, se puede encontrar a la entrada una Araucaria. Comúnmente llamada araucaria excelsa, araucaria o pino de la isla Norfolk, es una conífera perteneciente a la familia Araucariaceae. Su nombre vernacular se debe a que este árbol, que no es un pino. Según el relato europeo es endémico de la isla Norfolk, Australia, por eso es también conocida como pino de Norfolk, debido a que fue en esa isla del océano Pacífico donde el legendario capitán Cook -el marino inglés James Cook-, en su segundo viaje en 1774, descubrió los espléndidos bosques de esta especie. Los troncos de Araucaria heterophylla, rectos, fuertes, de hasta 50 m de altura, fueron los mejores mástiles de la Marina Real británica.
Los nativos América del Sur le llamaron Pehuén, es desde siempre el árbol protector de los Pehuenches, pueblo originario de la Patagonia asentado a ambas vertientes de la Cordillera de los Andes entre el río Maule y el volcán Lonquimay. La población pehuenche se integraba en torno a pequeñas bandas especializadas en la caza de guanacos, ñandúes y ciervos andinos, y en la recolección del piñón o pehuén, fruto que les otorga el nombre y la esencia de su cultura, es su árbol sagrado y el que les ha garantizado la subsistencia ofreciendo sus frutos en forma de semillas comestibles ricas en carbohidratos, minerales y proteínas, garantizando su alimentación y salud.
