Video – Hacer, sentir y vivir una paella en Valencia

Creo que cuando dejé de ser un extranjero residente en la Comunidad Valenciana, para convertirme en un valenciano adoptivo, fue cuando empecé a disfrutar de la experiencia de hacer o comerse una buena paella.

En adelante, sería por allá por el 2006 o 2007 (llegué en 2003), como buen valenciano, así sea importado, fue creciendo mi afición por las paellas y arroces, en restaurantes y bares, pero principalmente viviendo la fiesta de hacer y sentir una paella.

Cuando volví al Ecuador, a fines de 2012, lo hice junto a Zeina, mi compañera de camino desde hace casi una década. Junto a ella y en compañía de amigos y familiares, quienes compartieron generosamente con nosotros, hicimos sin exagerar cerca de cien paellas: valenciana, de mariscos, arroz a banda, arroces caldosos, arroz con costra, arroces melosos…

De vuelta por tierras valencianas desde finales de 2018, no se había dado la posibilidad de vivir la fiesta de hacer una paella junto a amigos y familiares, así que por las festividades de Villalonga, el pueblo de la familia materna de Zeina, lugar de la Safor donde estamos radicados, el 16 de agosto se dio la posibilidad de volver a vivir y sentir un día de paellas en el paseo de un pueblo de Valencia.

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